EL (refiriéndose a El Señor, el dios tutelar), Era llamado «El Creador», «El bondadoso», «El Compasivo» “El Altísimo”, títulos que aparecen en la Biblia y en el Corán.
El, tal vez signifique "fuerte o "primero", entre otras traducciones.
Su paralelo árabe, Aláh (Dios o “el Dios”’) también contiene los mismos adjetivos que desde la parte hebrea y mesopotámica de Alá el bueno, el misericordioso y compasivo.
Es interesante resaltar, que durante toda la enseñanza de maestro Jesús, jamás estableció dicotomías para la divinidad; no precisaba diferenciar el o los aspectos bondadosos de Dios respecto a sus aspectos digamos, menos bondadosos y sí francamente emocionales, que abundan en la biblia católica y en El Corán y con seguridad en La Torah y la Misná.
Para Jesús, para los esenios desde Atón Moses, los koptos antiguos, los kobdas de Numú, los daktilos del ática, los íberos-ebres o hebreos y otras escuelas de sabiduría y conocimiento milenario, Dios, la Fuerza Creadora Padre-Madre, es indescriptible e innombrable y mucho menos es susceptible de ser definida desde las limitaciones emotivo-racionales del ser humano. Así que la sustantivación que de la divinidad se hace en estos documentos, es ya por sí misma, testimonio de que se están refiriendo a señores de carne y hueso, físicos, materiales, con atributos pero también con defectos.
Es de buen entender que a quien se le atribuya el apelativo de ‘misericordioso’, es porque posee los atributos contrarios o que al menos debe ser diferenciado de otra entidad o del atributo por ejemplo castigador de ella misma, pues al tiempo, se afirma que no deja impunes la iniquidad, la rebeldía y el pecado (categorías bastante amplias como para escapar a un castigo, máxime si quien lo determina es un humano al servicio del culto).
Es evidente, que el Dios de Jesús no es ninguno de los dioses de estas escrituras.
Biblia: Descendió Yahveh en forma de nube (o será, oculto tras una nube, para que su nave-vehículo no fuese tan evidente; si Dios es invisible, ¿qué sentido tiene que asuma una forma por ejemplo de nube y que además le advierta a Moisés: “no me mires, porque quien me mira no sobrevive”?) y se puso allí junto a él. Moisés invocó el nombre de Yahveh. 34:6 Yahveh pasó por delante de él y exclamó: "Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, 34:7 que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.".
¿Un dios que castiga hasta la cuarta generación?
Este pasaje es bastante elocuente; en él se atribuye palabras o el relato al mismo Moisés.
Veamos algunas implicaciones: Moisés saca parte del pueblo israelí de la adicción a la metrópoli de entonces (Luxor) en tiempos del faraón más ególatra y narciso entre todos, Ramses II; era el año 1.260 A.J.
Para entonces, y después del “diluvio” que ocurrió hace 13.000 años, los impostores de divinidad hijos y nietos de...