Visto desde, arriba, el cerebro humano recuerda el aspecto de una
nuez: como ella, presenta dos mitades redondeadas, de superficie
convoluta y conectadas por el centro (Figura 3-1). Estas dos mitades se
llaman «hemisferio izquierdo» y «hemisferio derecho».
«Todo acto creativo implica... una nueva inocencia de percepción, liberada de la catarata de creencias aceptadas.»
Arthur Koestier The Sieepwaikers
|
|
Fig. 3-1.
|
El sistema nervioso humano está conectado al cerebro mediante una
conexión cruzada, de manera que el hemisferio derecho controla el lado
izquierdo del cuerpo, y el hemisferio izquierdo controla el lado
derecho. Si se sufre una lesión en el lado izquierdo del cerebro, la
parte más afectada del cuerpo será la derecha, y viceversa. A causa de
este cruzamiento de las vías nerviosas, la mano izquierda está regulada
por el hemisferio derecho, y la mano derecha por el hemisferio
izquierdo, como se indica en la Figura 3-2.
|
Fig. 3-2. El cruce de conexiones entre la mano derecha y el hemisferio izquierdo, y la mano izquierda y el hemisferio derecho.
|
EL CEREBRO DOBLE
En los cerebros de animales, los dos hemisferios son esencialmente
iguales o simétricos en sus funciones. Sin embargo, los hemisferios
cerebrales humanos presentan una asimetría funcional. El efecto externo
más aparente de esta asimetría es el predominio del uso de una mano
sobre el de la otra.
Durante el último siglo y medio, los científicos han sabido que la
función del lenguaje y las capacidades relacionadas con el lenguaje
están localizadas -en la mayoría de las personas- en el hemisferio
izquierdo. Esto podía comprobarse estudiando los efectos de lesiones
cerebrales. Una lesión en el lado izquierdo del cerebro podía provocar
una pérdida del uso del lenguaje, con más probabilidad que una lesión en
el lado derecho.
El lenguaje y la palabra están estrechamente ligados con el
pensamiento razonado y con las otras funciones mentales elevadas que
distinguen al hombre de las demás criaturas, y por ello los científicos
del siglo XIX consideraron que el hemisferio izquierdo era el dominante, y el derecho el subordinado.
La opinión general, que prevaleció hasta hace muy poco, era que la
mitad derecha del cerebro estaba menos avanzada, menos evoluciona-da que
la mitad izquierda; una especie de gemelo de inferior capacidad,
dirigido y mantenido por el hemisferio izquierdo, el verbal.
Uno de los temas que más intrigaban a los neurólogos eran las
funciones -desconocidas hasta hace muy poco- de un grueso cable
nervioso, compuesto por millones de fibras, que conecta los dos
hemisferios cerebrales. Este cable de conexión, el corpus callosum
(ver Figura 3-3) tenía toda la apariencia de ser una estructura
importante, dado su gran tamaño, el enorme número de fibras nerviosas
que lo componen, y su situación estratégica como conector entre los dos
hemisferios. Y, sin embargo, la evidencia indicaba que se podía cortar
por completo el corpus callosum sin que se observara un efecto
significativo. A lo largo de una serie de estudios sobre animales,
realizado durante los años cincuenta en el Instituto Tecnológico de
California por Roger W. Sperry, Ronaid Myers, Colwyn Trevarthen y otros,
se llegó a establecer que una función importante del corpus callosum
consistía en comunicar los dos hemisferios, permitiendo la transmisión
de la memoria y el aprendizaje. Además, se comprobó que si se cortaba
quirúrgicamente la conexión, las dos mitades continuaban funcionando
independientemente, lo cual explicaba en parte la aparente falta de
efecto en la conducta y el funcionamiento.
Durante los años 60, se realizaron estudios similares con pacientes
humanos, que proporcionaron nueva información sobre las funciones del
corpus callosum y obligaron a los científicos a replantearse su opinión
sobre las capacidades relativas de las dos mitades del cerebro humano.
Era indudable que ambos hemisferios intervienen en funciones
cognoscitivas elevadas, aunque cada mitad del cerebro está
especializada, de un modo complementario, en diferentes formas de
pensamiento, ambas muy complejas.
|
Fig. 3-3. Esquema de una de las mitades del cerebro humano, mostrando el corpus callosum y las comisuras asociadas.
|
Dado que este nuevo concepto del cerebro tiene importantes
implicaciones para la educación en general, y para aprender a dibujar en
particular, voy a describir brevemente algunas de las investigaciones,
mencionadas a veces como «estudios del cerebro dividido», que se
llevaron a cabo principalmente en California. En ellas participaron
Sperry y sus colaboradores, Michael Gazzaniga, Jerre Levy, Colywn
Trevarthen, Robert Nebes y otros.
La investigación se centró en un pequeño grupo de individuos, pacientes de comisurotomía
o «cerebro dividido». Eran personas gravemente incapacitadas por
trastornos epilépticos que afectaban a ambos hemisferios. Como último
recurso, después de que fracasaran todas las demás medidas, se cortó la
transmisión de ataques entre los dos hemisferios mediante una