sábado, 30 de noviembre de 2013
viernes, 29 de noviembre de 2013
Viaje al Ser (Cuento)
Había decidido hacer ese viaje a
su interior, tanto tiempo aplazado...
Sentía con una nitidez
deslumbradora que necesitaba ese camino en solitario que le susurraba su alma
con la vehemencia de un violín apasionado.
Sabía que habría de ponerse las
creencias ajenas, sobre todo las de los más cercanos, por montera, abrirse paso
entre la maleza de los condicionamientos y desmembrar las lianas de la presión
del clan.
Sabía que tendría que atravesar
desiertos de incomprensión y precipicios
de locura.
Sabía todo eso y mucho más que
percibía del tenue titilar de las estrellas, conectadas como innumerables
electrodos al latido acompasado de su corazón.
Estaba decidido a soltar las
riendas de los apegos, a desenmarañar los tentáculos del ego, a desterrar la
opresiva manipulación del miedo.
¿Cuál era su armadura? La voz
suave y clara que brotaba de su interior en los momentos de calma, cuando
olvidaba su condición humana para sumergirse en su condición de Ser.
Había decidido entregar el rumbo
al Espíritu que latía bajo su corporalidad y la densidad de su materia física.
Con Él como única guía se sentía poderoso, fuerte, invencible… Sabía que estaba
acercándose a la puerta que conduce a su verdadera esencia… el resto carecía de
importancia.
Ponía, cada mañana, en esas
manos invisibles que envolvían su ánimo, todo el poder, toda la voluntad, toda
su existencia. El diálogo con ese Espíritu de Vida se hacía, cada vez, más
fluido, más claro, más profundo…
Podría ser rechazado como Juan
Salvador Gaviota, considerado un loco místico o un insensato incomprendido…pero
eso dejaba de tener relevancia desde las...
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