Cuando queremos buscar la verdad, en algunas ocasiones la buscamos en el mundo, creyendo que es de gran tamaño, volumen o peso, pero esta claro que existen muchas cosas que empiezan siendo una pequeña parte y luego se convierten en grandes y poderosas, la semilla de un árbol nos puede servir de referencia.
Los hombres y mujeres son el desarrollo de una semilla, y considerando que la semilla es muy pequeña se puede decir que hemos cambiado un poco, pero la verdad es que los cambios en la raza del hombre/mujer tan solo se pueden ver en un espacio de tiempo considerable.
Hace unos trescientos cincuenta mil años, vinieron unos extraterrestres que tomando la semilla del hombre/mujer la manipularon para que cuando creciéramos fuéramos lo que ellos quisieran, y era que pudiéramos ser el alimento de sus larvas o hijos que depositaron dentro, los llamados Espíritus de Orión y las Almas de las Pléyades, y así estos pueblos hicieron que aquella semilla que tenía que crecer y ser de una forma, al crecer fuéramos de otra manera muy diferente.
La naturaleza que es muy sabia conocía que esto podía pasar así que cuando generó la vida en la Tierra, partiendo de las energías dispuso que estas cuando llegara el momento pudieran expulsar por si mismas a los invasores, a las larvas que tenemos dentro, a los Espíritus de Orión y a la Almas de las Pléyades, y ese hecho ha ocurrido en algunos momentos aunque de forma aislada.
EA, MADRE DE LA VIDA, también dispuso que para conseguir ser limpios de esos invasores teníamos que realizar un proceso de identificación de nuestra genética, y para ello tendríamos que despertar y darnos cuenta que un día fuimos seres de energía y luego en la primera evolución para poblar el planeta fuimos plantas, y luego en otra evolución fuimos animales, y cuando éramos plantas y animales llegaron los invasores extraterrestres e intentaron cambiar el curso de la evolución.
En los momentos que nos están llegando se están dando unas vibraciones energéticas, provenientes del exterior, que hacen que la Madre Tierra responda alterando sus propias vibraciones, y estas, la de la Madre Tierra, son las que nos van a permitir limpiarnos de los parásitos extraterrestres que tenemos dentro, y volver al camino natural de la evolución.
El próximo paso es sencillo es pasar de animal-hombre/mujer a humano, es decir alguien que con el poder de su mente, pueda superar las leyes de la materia y del mundo físico, y que ese alguien forme una nueva raza viviendo con la de procedencia, y sin que en ningún momento se pueda producir un conflicto entre ambas, es pasar de sólido a energía, voluntariamente.
Que se sepa tan solo los Grandes Maestros lo han conseguido, y de forma temporal, con un gran esfuerzo y con la ayuda de los demás que le acompañaban en esos momentos, sin embargo el que ha de venir no necesitará a nadie para ser él mismo, y enseñará a los demás el camino para conseguirlo, será un Maestro y al mismo tiempo un hermano mayor.
Se tendrá que enfrentar al Mal, eliminándole del interior de los hombre/mujeres, de los animales, de las plantas, del aire, del agua y de la tierra, y devolverá a Orión a todos sus hijos, los Espíritus nacidos en el interior de los hombres/mujeres, y lo mismo hará con las Almas de la Pléyades y por decisión suya dejarán de nacer más, y así la raza humana resurgirá de el olvido, pues es este y la ignorancia el peor mal que padecemos.
El que venga, demostrará se poder a cuantos tengan la capacidad de entender lo que ocurre, y a los que no la tengan tan solo lo conocerán como un ser especial que se dedica al bien de los demás, a dar salud y a eliminar el mal allá donde este. Él mismo tendrá que tener su propia evolución, ya que aunque é sea el primero de una raza, la raza estará en evolución y así pasado un tiempo también será el primero en dar el paso siguiente, y ayudará a todos los que quieran y estén en disposición a conocer la grandeza de lo que somos, la grandeza y la sencillez, por que tan solo somos, una semilla, un ser minúsculo, con un gran poder, y se conocerá, a todos los nuevos como Seres de Luz.
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