EL ANILLO DEL REY SALOMÓN

EL ANILLO FUENTE DE ENERGÍA

En las Escuelas del Conocimiento de Hab y Ssinia ( Etiopía ), los Maestros Hab-Baa-Ssi, enseñaban en la cuarta escuela, dedicada en su totalidad a la salud, aparte de los medios de diagnostico con energías y otros medios de sanación como plantas y sonidos, y puntos de presión, a conseguir la salud preservando y sanándola a través del conocimiento de las piedras y los cristales, y así se conseguía restablecer numerosas enfermedades Psíco-somáticas, poniendo en contacto con las personas determinadas piedras o cristales.

En esta cuarta escuela, les enseñaban a construirse, en principio para ellos o para otras personas, unos anillos de madera, en el que llevan incrustada unas piedras, generalmente de color, verde o cristales de cuarzo blanco.

Desde la antigüedad se conoce que los poderosos utilizaban este método, de ponerse en contacto directo con elementos de naturaleza de gran poder energético, y así conseguir una mayor protección para sí mismos y también una mayor defensa ante la enfermedad y ante enemigos energéticos.

Existe en una de las Escuelas, un libro en el que se habla de un famoso anillo que fue regalado por los Maestros Hab-Baa-Ssi, al Rey Salomón, cuando le enviaron a una de sus hijas a entregarles la base de los conocimientos que ellos desarrollaron en las cuevas y que pusieron a su disposición.

El anillo en si era especial, pues contenía tres partes diferentes, en el cuerpo de madera negra, posiblemente ébano, habían incrustado una esfera de color verde y todo ello tocando la piel del dedo, mientras que por arriba contenía una pequeña celda con una tapadera en la que habían puesto cierta planta que era un antídoto poderoso contra venenos, tanto de serpientes, como de plantas, en la tapadera del anillo, había unos grabados, tal y como se pone en el dibujo que tenéis delante.

Se cuenta en el libro la historia de que cuando Salomón se decidió por un tipo de vida, se despojó de todo aquello que provenía de lugares que los que le aconsejaban, Sacerdotes y partidarios de Egipto, consideraban como poco fiables, por ello, no atreviéndose a destruirlo como le pedían, resolvió dejar que volviera a la tierra de donde había venido, y así a uno que se decía hijo suyo y de aquella mujer enviada por los Maestros Hab-Baa-Ssi, le dio el anillo y el encargo de que lo tuviera él de por vida, pues provenía de gente que consideraba con gran poder.

El anillo fue devuelto junto con casi todos los regalos que se habían sido enviados por los Maestros Hab-Baa-Ssi,, quedándose el Rey sin embargo con todas las piedras, y regalos finos, que consideró que correspondía al pago por las molestias sufridas, y aquello que se había dado con el mayor respeto fue devuelto con el mayor desprecio, sin embargo cuando los Maestros Hab-Baa-Ssi, tuvieron en su poder todo aquello y también vieron la energía de la que se habían contaminado en el lugar de donde venía, entendieron que aquel hombre en el que habían puesto sus esperanzas de que fuera, “El esperado”, “El Señor de la Justicia”, no lo hubiera conseguido, y decidieron esperar a la llegada de otro que tuviera una mente tan poderosa, como aquel.