En ocasiones algunas personas nos parecen más confiables que otras o, por el contrario, inmediatamente despiertan en nosotros una rara aversión sin motivo aparente y, sobre todo, sin importar que sean completos extraños a los que vemos por vez primera y que quizá nunca volvamos a encontrar.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Variación genética nos permite ‘leer’ que tan confiable es una persona sin conocerla
¿Por qué algunas personas nos parecen más
confiables que otras cuando ni siquiera las conocemos? Una variación
genética podría estar detrás de esta apariencia de confiabilidad.
En ocasiones algunas personas nos parecen más confiables que otras o, por el contrario, inmediatamente despiertan en nosotros una rara aversión sin motivo aparente y, sobre todo, sin importar que sean completos extraños a los que vemos por vez primera y que quizá nunca volvamos a encontrar.
Curiosamente, este tipo de reacciones se
remiten en el imaginario popular a la “química”, y se dice que con tal o
cual persona recién conocida hubo o no hubo “química” en ese primer
encuentro.
Lo interesante es que ese Saber intuitivo casi acierta al
descubrir la razón de por qué alguien nos puede parecer a primera vista
confiable o desconfiable.
De acuerdo con un descubrimiento
reciente de un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto, la
más mínima variación en el llamado “gen de la empatía” altera la
apariencia de compasión y amabilidad que transmite una persona,
afectando también su capacidad de empatía.
Para demostrar esto los investigadores
realizaron el siguiente experimento: primero grabaron a 23 parejas
discutiendo, posteriormente seleccionaron los momentos más críticos de
este altercado y los transmitieron frente a otras personas totalmente
ajenas, pero quitando el audio de los videos. A los miembros de este
segundo grupo se les pidió que evaluaran la empatía de las...
personas que
veían en la grabación.
Clasificados por la combinación de sus
nucleótidos (las bases de los genes: A, T, c y G), los 23 videos
mostraban a 10 personas con la combinación GG, 10 GA y 3 AA. Según
estudios previos, es la combinación GG la que distingue a las personas
empáticas y amables de las que no lo parecen tanto.
En cuanto a los resultados finales del
experimento, los 119 voluntarios eligieron entre las 10 personas que
parecían más confiables a 6 GG y 4 GA, ningún AA. De los 10 que parecían
menos confiables, 9 tuvieron al menos algún tipo de variación A y solo
hubo un GG.
Y si bien es por sí mismo sorprendente
cómo una modificación genética tan nimia puede resultar en efectos tan
notorios, es todavía más asombroso que hayamos desarrollado algún tipo
de habilidad para advertir estas expresiones genotípicas en los demás.
“Con esta investigación, el Dr. Kogan ha
demostrado algo muy intersante: que la gente puede “leer” acertadamente
las finas tendencias genéticas del comportamiendo humano”, dijo Joni
Sasaki, de la Universidad de California en Santa Bárbara, opinando sobre
los resultados obtenidos por sus colegas.
“En última instancia, con algo tan
complejo como la empatía habrá muchísimos genes involucrados y también
muchísimos factores no genéticos: todas estos hilos se tejen para crear
una personalidad”, concluyó por su parte Aleksandr Kogan, el responsable
del estudio.
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