Existe en la comunidad científica un convencimiento creciente de que los bebés ya tienen a corta edad esa misma habilidad de formarse expectativas sobre la física subyacente en sucesos cotidianos, como el de la leche que se derrama o el objeto sólido que se cae, y predecir gracias a ello el comportamiento de los... objetos y sustancias con los que interaccionan.
La revisión de resultados de diversos estudios realizada por el equipo de las psicólogas Susan J. Hespos de la Universidad del Noroeste, y Kristy vanMarle de la Universidad de Missouri, ambas en Estados Unidos, avala la suposición de que los bebés comprenden que los objetos que no se apoyan en nada acaban cayendo, y que los objetos no dejan de existir cuando están escondidos. En los tests realizados durante investigaciones científicas también se ha demostrado que a los cinco meses, los bebés ya esperan que las sustancias líquidas como el agua no se comporten nunca como las sólidas.
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