sábado, 17 de marzo de 2012
¿El cerebro funciona como internet?
El doctor Francisco Barceló, responsable
del equipo científico del UNICS, ha liderado la investigación, llevada a
cabo de forma conjunta con la Universidad de California, y que ahora
recoge la prestigiosa revista Neuron.
Así, el estudio concluye que esa parte del cerebro humano funciona “en
red”, lo que significa que si a consecuencia de una lesión física esa
región sufre daños irreparables los circuitos neuronales se
“reconfiguran en cuestión de segundos”, estableciendo nuevas conexiones y
permitiendo que fluya la información de nuevo.
“Ello no conlleva la reparación del
daño, sino que éste se ve compensado gracias a la gran plasticidad de
esa parte del cerebro, en la que se encuentra una red flexible y
dinámica de interconexiones neuronales”, ha explicado el doctor Barceló
en declaraciones a Europa Press.
Así, el investigador destaca que la
importancia del descubrimiento reside en que durante décadas la parte
prefrontal del cerebro fue un “misterio” y se la llegó a considerar
“silente”. “La comunidad científica llegó a pensar que no tenía ninguna
función, debido a que muchos pacientes que habían sufrido lesiones en el
córtex prefrontal mostraban una recuperación asombrosa de sus
facultades, como si no hubieran sufrido ningún daño”, ha relatado.
La explicación, aclara Barceló, se
encuentra en la gran “plasticidad neuronal” de esa parte del cerebro, lo
que permite superar lesiones gracias a la “continua reconfiguración” de
las conexiones neuronales.
La región prefrontal controla la parte
más “intrínsecamente humana” del cerebro, relacionada con “la capacidad
de comprender el lenguaje hablado, de recordar el pasado o sentir y
emocionarnos con esos recuerdos. Afecta a la capacidad de planificar el
futuro, o ser animales sociales”, detalla el investigador de la UIB.
Esta automática compensación del daño no
sucede con la parte occipital (vista) o la parte motora del cerebro,
dado que si se produce una lesión en esas regiones el daño es
difícilmente reducido.
Así, los investigadores han establecido
una comparación entre el cerebro y la red, y han concluido que las
neuronas se comportan como si navegaran por Internet, quedando probada
la gran capacidad para “readaptarse” al nuevo entorno tras una lesión.
“La existencia de Internet nos ha ayudado mucho a entender nuestro
cerebro”, concluye el doctor Barceló.
visto en neuro-blog
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