Por Wharton University
América Economía
Según el escritor estadounidense, Daniel Pink, las personas dotadas de habilidades empáticas y pensamientos más amplios son fuertes candidatas a satisfacer las demandas del mercado.
El cambio tal vez sea la única constante, pero es también el eterno desafío para los educadores que buscan preparar a los estudiantes para el futuro. Si el mundo está siempre en constante cambio, ¿qué deberían enseñar los profesores? ¿Qué deberían hacer las escuelas para preparar a la próxima generación para los cambios drásticos que están transformando la forma en que vive y trabaja el mundo? ¿Es satisfactorio el currículo actual?
El ritmo actual y la naturaleza del cambio requiere un giro en la manera de pensar acerca de la educación, dijo Daniel Pink, autor de "Una mente totalmente nueva" y "Las aventuras de Johnny Bunko", durante la charla inaugural del reciente simposio de Wharton sobre la evolución del aprendizaje. En un mundo en que el empleo puede emigrar hacia el exterior, tareas diversas se pueden automatizar y el ritmo frenético de la tecnología convierte en...
La anterior generación, los estudiantes seguían la siguiente fórmula: sacar buenas notas, ir a la facultad y utilizar la educación recibida para conseguir un buen empleo, dijo Pink. A quién tenía buenas aptitudes para el lenguaje se le aconsejaba hacer derecho, los que eran buenos en matemáticas o en ciencias se les incentivaba a hacer ingeniería o medicina.
“Esas fueron las instrucciones que yo recibí. Ésas son las reglas que se transmitieron a los niños de clase media de las economías avanzadas”, observó Pink. “Así era cómo funcionaba el mundo. Nuestro sistema educativo había sido pensado de esa forma (...) Se estructuró para producir capacidades de ese tipo, generadoras de habilidades propias de abogados, ingenieros y contables. En mi opinión, esas habilidades continúan siendo importantes hoy en día, sin embargo en menor grado. Hay un conjunto diferente de habilidades más importantes actualmente”, agregó.
Según el especialista, para hacer frente a los desafíos actuales, lo que cuenta no es sólo lo que se aprende, sino también cómo se aprende. En otras palabras: "¿estamos desarrollando el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro? El lado izquierdo trabaja específicamente con el raciocinio lineal, lógico y analítico. El hemisferio derecho es responsable de tareas más amplias y de carácter no verbal, por ejemplo, el procesamiento de tareas de golpe, y no en secuencia, la interpretación de expresiones faciales y el énfasis en la síntesis en detrimento del análisis. Para lidiar con los desafíos del mundo del mañana, tendremos que usar más el lado derecho del cerebro", expresó Pink.
“Antiguamente, las habilidades consideradas más importantes para cualquier profesión de cuello blanco estaban asociadas, por norma, al hemisferio izquierdo (...) responsable de las habilidades lógicas, lineales, secuenciales, analíticas -para ser insertadas en una hoja de cálculo, y que buscaban la respuesta correcta pura y simplemente”, dijo el experto. Esas habilidades continúan siendo necesarias, “pero ya no son suficientes. Para mí, las habilidades que más importan en la economía actual están asociadas a la capacidad artística, a la empatía, a la inventiva y al pensamiento de amplio enfoque”.
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