miércoles, 13 de julio de 2011
SELLO DE LA PRIMERA ESCUELA -MANTRA: H A M
En HAB Y SSINIA (Etiopia), existen unas cuevas que contienen numerosos grabados en piedra, tanto en las paredes como en los suelos, están hechos por medios ignorados hasta ahora, aunque según el pueblo que los custodia, los HAB- BAA- SSI, en el pasado, con el poder de la mente ablandaban la piedra, grababan lo que se quería poner, y después la volvían a endurecer.
Algunas de las losas grabadas que se encuentran dentro de las cuevas son de enorme tamaño, ocho metros de largo por cuatro metros de ancho y por dos metros de grueso, y tienen la particularidad de no ser del mismo material que el entorno, ya que unas son de basalto, otras de magnetita, y otras en granito negro, que son donde están los grabados, siendo la montaña de granito gris, nos podemos hacer la pregunta: ¿ Cómo se pudieron introducir esas losas por las pequeñas aperturas de las cuevas?.
Cada una de las cuatro cuevas contienen unos conocimientos y para el desarrollo de estos, cada cueva en si es una Escuela, donde por diversos medios: físico, energético y mental; enseñan a los estudiantes, que normalmente son niños y niñas entre siete y once años, y que están estudiando un año en cada escuela o cueva.
Cada una de la Escuelas o cuevas tiene una enseñanza particular, y que dan a conocer aspectos tan diferentes, como los Mantras o palabras-pensamientos-energéticos que convierten a los niños en expertos conocedores de la naturaleza humana y de cómo sanarla cuando haga falta, restableciendo sus energías, sus armonías y positivando su forma de ser y pensar.
El símbolo que tenéis delante como Sello de la primera escuela, es en realidad un MANTRA de gran poder, es la representación física de la emisión HAM, que es el nombre de la MADRE, es pues un SÍMBOLO DE VIDA.
El dibujo en si representa la forma de poner la boca con los labios en forma de redondel, y los trazos laterales son las formas de poner los músculos de la cara, cuando les llegaba el momento de enseñárselo a los niños, les daban un redondel de bambú para que lo retuvieran con los labios y así emitir un sonido.
Les enseñaban que el sonido que emitía si era en una determinada intensidad, era una forma de vibración y conseguía unos objetivos, la resonancia interior
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario